Stephanie Melgarejo âTitiâ es una luchadora del fĂștbol y de la vida. Su historia podrĂa ser la de muchas de las chicas que impulsan el crecimiento del fĂștbol femenino en Argentina.Â
âCuando vos vas a la villa mirĂĄs para los costados y decĂs âÂĄUy!, mirĂĄ esa familia estĂĄ muy bien econĂłmicamenteâ. Pero⊠despuĂ©s te enterĂĄs que venden droga âŠ"
TITI - Creer para dar la/lo vuelta
"Cuando tenĂa 10 años volvĂa a mi casa a la hora que yo querĂa, nadie me decĂa nada, a veces no volvĂa, dormĂa en lo de un amigo o nos quedĂĄbamos en un fogĂłn toda la noche..."
"Conocer a Dios me cambiĂł la vida"
Stephany Melgarejo, âTitiâ, es una de las pioneras del fĂștbol profesional femenino. ComenzĂł hace mĂĄs de 7 años, a los 15, en el Club AtlĂ©tico River Plate, donde sigue jugando aĂșn. En ese momento el fĂștbol femenino era todavĂa un deporte amateur, y aunque para la AFA pasĂł a ser âprofesionalâ a partir de octubre de 2019 todavĂa queda mucho por hacer.
âDe chica mi Ădolo era mi hermano, copiaba todos sus movimientos, querĂa jugar como Ă©l, era muy crack de verdad, pero lamentablemente no pudo seguir jugando porque quedĂł privado de su libertad.â
âVivĂ muchas cosas que hoy por hoy me doy cuenta que Dios me guardĂł, porque de verdad, por todos los lugares donde anduve, de noche, de madrugada y con hombres y con una amiga que tambiĂ©n la viviĂł lo mismo que yo, pero siempre nosotras juntasâ.Â
âVivir el cien por ciento del fĂștbol femenino es un sueño por cumplirâ
âCambiar mi destino para poder soñarâÂ
âSiempre tenĂa eso que decĂa: ÂżPor quĂ© nacĂ? Miraba el techo y pesaba: ÂżPor quĂ© no me adopta otra familia? Y querĂa salir de ahĂ, como que mi condiciĂłn era algo que me impedĂa poder soñar, poder disfrutar la vida, era mi condiciĂłn, o sea mi entorno, mi destino. Vos vas a la villa y mirĂĄs para los costados y decĂs: ÂĄUy! mirĂĄ esta familia estĂĄ muy bien econĂłmicamente. Pero⊠despuĂ©s te enterĂĄs que venden droga. Entonces, vos decĂs: âpara sacar a mi familia adelante tengo que vender drogaâŠâ Era la conclusiĂłn de una nena de 10 años a la que nadie le explicaba bien cĂłmo son las cosas. Y como nadie me pedĂa explicaciones de dĂłnde o con quien andaba a los 10, 11 o 12 años, me quedaba en la casa de un amigo o nos quedĂĄbamos toda la noche en un fogĂłn y fumĂĄbamos papel, tambiĂ©n consumĂ drogas. VendĂa lo que tenĂa a la mano para comprar, un celular, una remera, hasta lleguĂ© a robar para comprar droga.âÂ
âConocer a Dios fue lo que me cambiĂł la vidaâ
"Ya no puedo volver atrĂĄs, yo como que a veces en esta vida tengo luchas, obviamente pero yo no me veo como antes, es como que no⊠ya conocĂ a JesĂșs y no puedo no nombrarlo, me levanto y ya estoy pensando en ĂL. Es como una amistad que yo tengo con su EspĂritu Santo. Ăl viene a morar en mi y es muy lindo tener una amistad con Ăl, porque me escucha cuando nadie me escucha, me consuela cuando nadie me consuela, me abraza cuando nadie me puede abrazar. Siempre pero siempre me da paz el saber que estoy con ĂL."
âLleguĂ© a la Iglesia tambiĂ©n por el FĂștbolâÂ
"Antes el fĂștbol femenino en el barrio no existĂa, pero una vez me invitaron a participar en un equipo masculino, entonces el entrenador era cristiano y me invitĂł a la Iglesia, a partir de que conocĂ a Dios todo fue distinto."
La historia de Titi Melgarejo fue y es CREER para dar vuelta la historia. Creer en Dios, creer en ella misma y creer en que podĂa ser una jugadora de fĂștbol profesional, fue lo que la ayudĂł a dar vuelta ese destino al que se sentĂa condenada. Gracias al fĂștbol y gracias a que conociĂł a Dios pudo cambiar ese destino de marginalidad, drogas y delincuencia por todo lo contrario: deporte, familia, trabajo, y valores que le permitieron aferrarse a la vida, y estar contenida por un club que la formĂł como jugadora y como persona.Â
Practicar un deporte histĂłricamente de hombres fue y es un desafĂo muy importante para Titi y sus compañeras. Hoy le toca a ellas jugadoras del Club AtlĂ©tico River Plate y de otros clubes del fĂștbol femenino dar la pelea y ser quienes lleven adelante este deporte maravilloso que tantas alegrĂas nos ha dado desde el fĂștbol masculino. Con el apoyo de la gente, de las empresas, de la AFA, y sobre todo de sus clubes, el deporte irĂĄ creciendo y tendremos un fĂștbol femenino cada dĂa mejor y cada vez mĂĄs igualitario y justo.Â